COCINEROS NACIONALES CON ESTRELLLA. JOSE ANTONIO CAMPOVIEJO (RECETA FABADA)



         JOSE ANTONIO CAMPOVIEJO        EL CORRAL DEL INDIANU (ASTURIAS)




CON UNA ESTRELLA MICHELIN y dos soles de la Guía Repsol en su haber, José Antonio Campoviejo, chef de El Corral del Indianu(1995 Arriondas), (nacido en Cangas de Onís, 1970) es un genio loco. Quizás no tanto, pero podría serlo. Su pelo alborotado, la emoción que trasmite al hablar de cocina y al cocinar, su inquietud constante. Su obsesión con la puntualidad, la limpieza. Su de aquí para allá.  Es un hombre de pasiones, una condición que se vislumbra con tan sólo escuchar su emoción a la hora de hablar de cocina y al cocinar, su inquietud constante y su forma de entender el mundo.

José Antonio Campoviejo es la mano que hay detrás de cada plato en El Corral del Indianu, la mente y la ejecución de una cocina pensada, meditada, de territorio y conocedora de la amplia cultura gastronómica asturiana

Campoviejo es un autodidacta de los fogones. Su cocina, que aprendió desde que fuera a hacer el Servicio Militar y que fue tomando forma a través de las revistas y libros que su compañera y jefa de sala de El Corral -Yolanda Vega- le llevaba para que José comenzara a perpetrar lo que ahora es una de las cocinas más perfectas de España. Con estrella Michelin conseguida en 1999 y mantenida hasta hoy en dia.

En su cocina, las ideas se dejan tocar. Creaciones como sus 'Interiores de pollo con costra en estado puro', un 'Mar y montaña radical' o 'El tembloroso de foie, su fabaricas' en la que las fabas tienen sabor a andaricas (cangrejos de mar) , bombón de Cabrales (el cual esta comercializado) y manzana asada con chocolate blanco, sopa de navajas con erizos y algas o xarda escabechada a los cítricos y hoja de ajo son el resultado de sus años de experiencia y pasión en la cocina. Y esos son sólo algunos de los platos que le han dado fama y prestigio José Antonio Campoviejo es un firme defensor de los productos naturales y ecológicos y, sobre todo, de la cocina de proximidad. Por eso, traslada a sus platos la asturianía, buscando estimular la memoria gustativa.

A su vez, destacamos las flores, con matices y una redondez perfecta en cada uno de los platos que transportan al comensal desde el olor hasta el pos gusto por un camino ideal que se acerca, en cada plato y a cada bocado a la perfección gastronómica. Florecillas silvestres que usa sobre unas deliciosas lenguas de cordero caramelizadas, dentro de una gelatina de tomate con crujiente de albahaca, o perfumando la salsa de cáscara de naranja de un delicioso rape con berberechos.

 "Si así se consigue la comunión en la cocina, la emoción llega."

 

Entre los múltiples reconocimientos con los que ha sido distinguido, figura la Caldereta de Don Calixto, el Cucharón de la Buena Mesa de la Mar, el Premio de la Crítica. El Afuega’l Pitu de Oro y los nombramientos como Caballero de la Orden del Sabadiego, de la Cofradía Amigos de los Nabos, de los Amigos del Queso y de los Amigos del GochuAsturcelta, entre otros muchos.

 

LA PANDEMIA Y NUESTROS CHEF CON ESTRELLA MICHELIN

José Antonio Campoviejo. Nunca su estrella brilló tanto

texto sacado de una entrevista realizada por  Marta Malde 18/5/2020

Durante casi dos meses todos los lunes, miércoles y viernes, 70 familias de Arriondas tuvieron puntualmente en sus casas un menú completo que incluía desayuno, comida y cena. De la cocina del colegio del concejo un grupo de voluntarios elaboraron comidas con los excedentes facilitados por grandes superficies.

José Antonio. El Corral del Indiano

Ayudar. Algo tan sencillo que volvemos complicado por darle demasiadas vueltas a las cosas. Cuando comenzó el confinamiento y empezaron a surgir iniciativas, a José Antonio Campoviejo no le encajaban las piezas. Hacía falta movilizarse, hacer algo que fuese útil para los que realmente lo estaban pasando mal y definir una estrategia efectiva que solucionase los problemas reales que estaba viviendo la gente. No hay nada más real que el hambre cuando no se tiene que comer. Así que diseñó el plan, movilizó efectivos y encendió los fogones. A un lado quedaron los nombres propios, las Estrellas Michelín y los Soles Repsol. Gente ayudando a gente.

-¿Por qué y cómo se puso en marcha la iniciativa?
-El segundo día de confinamiento, estaba en casa con mi hija de 15 años que piensa mucho, lo cual facilita mucho la labor, y veíamos que muchos cocineros estaban subiendo recetas a Instagram y yo le decía: esto no me encaja. Ella me preguntó: ¿cómo podríamos ayudar? Esa fue la clave, porque justo eso era lo que se necesitaba. El tema se nos estaba yendo de las manos y lo que veía me parecía un poco ostentoso, así que me dije: vamos a ayudar y fui dándole forma a la idea. Desde el principio lo quise desvincular del Corral del Indiano, a pesar de que los que me llevan la comunicación del restaurante me decían que hiciese una presentación, pero eso no es lo que me dictaba el corazón. Lo primero que hice fue llamar al alcalde para que cediera las instalaciones del colegio. Después a Makro para que me pudiese surtir de mucha comida para iniciar el proyecto y después nos pusimos en contacto con las grandes superficies de Arriondas para que nos dieran el excedente. Con todo esto atado, llamé a la hostelería de Parres para buscar voluntarios y enseguida aparecieron los que estuvieron conmigo hasta el final. Fue una cosa sencilla porque cuando crees que puedes ayudar a los demás todo es fácil. Así lo veo yo.

“Pienso que esto es un aviso que nos da la naturaleza de que este no es el camino”

-¿Por qué decidisteis poner punto final a lo que estabais haciendo?
-Nos informamos, vimos que ya nadie estaba totalmente necesitado y dimos por finalizado el tema. En casi dos meses servimos 3.480 comidas. Fue un trabajo muy gratificante porque sabes que estás haciendo algo bien y por los demás. Hicimos un buen grupo de trabajo, nos llevamos muy bien, éramos gente de muy diferentes sectores, pero fue fantástico. El equipo lo formamos cinco personas de mi equipo habitual y cinco de la hostelería local de Parres, aunque hay que decir que se hubiera sumado más gente porque teníamos una lista de 25 personas que querían ayudar. Cuando grabé el vídeo de despedida con todo el equipo, se lo quise dedicar a mi padre porque él era alguien muy íntegro, con pocos recursos económicos porque éramos una familia muy humilde, pero lo poco que teníamos nos enseñó a compartirlo con los demás y esto es lo más bonito que nos puede suceder.

-¿Cuál es el valor fundamental de todo lo que se está moviendo?
-Saco la conclusión de que la gente es muy solidaria. Nosotros estamos en un pueblo que no llega a 5.000 habitantes y la gente sale a los balcones a saludarme y a darme las gracias. Cuando estábamos en activo, hubo un señor que sacó diez euros del bolsillo para dármelos y no creas que tendría mucho más para él, pero me los quería dar para ayudar. Pienso que después de toda esa lucha, todos deberíamos ser mucho mejores. Íbamos un poco sin frenos y esto nos ha dado el alto. A los chavales que vienen a hacer prácticas al restaurante, siempre le invito a hacer pequeños detalles para hacer la vida más fácil. Cosas como llevarle a una señora la cesta de la compra a casa, simplemente para que ella no cargue con ese peso, ayudar a un señor minusválido a cruzar en un paso de cebra… Detalles pequeños que hacen del mundo un lugar mucho mejor. Nosotros dimos esas comidas, a lo mejor son pocas, pero si diez personas como nosotros hubieran hecho lo mismo ya estaríamos hablando de treinta y cinco mil y así sucesivamente. Los pequeños detalles, son mucho y compartir es lo mejor que nos puede sucederoto: J.A. Campoviejo. El Corral del Indiano

-Ahora que se habla de volver a una nueva normalidad, ¿qué ha cambiado?
-Yo pienso que la vida va a cambiar muchísimo. Somos muy vulnerables. Un poco antes del confinamiento mi hija me dijo que todo esto se solucionaba parando el mundo quince días. Acabamos discutiendo porque yo le decía que eso era imposible. Llevamos sesenta y aquí seguimos, con lo cual va a cambiar absolutamente todo, incluida la forma de interpretar la vida. Yo espero que cambie a mejor por parte de todos. De todas formas, creo que algo extraño está pasando además de que un virus nos ataque. Llevo mucho tiempo pensándolo. Durante la pandemia anterior había en el planeta unos mil ochocientos cincuenta millones de habitantes. Hoy esa cantidad casi la hay de chinos, en el año 2020 estamos llegando a los ocho mil millones de habitantes y eso es insostenible. Pienso que esto es un aviso que nos da la naturaleza de que este no es el camino. Nosotros hemos desaparecido un mes y medio y el planeta se ha reactivado. Lo devastamos todo y el volumen de personas que somos es inasumible para la Tierra.

-¿A qué reflexión debería conducirnos?
-En todo esto hay otra lectura que es respecto a los excedentes de comida de las grandes superficies, de lo que se tira. Nosotros todos los días recibíamos la comida suficiente para, al menos, dar un plato de comida a setenta personas. Uno de los platos y medio desayuno se elaboraban con el excedente, así que se está tirando una cantidad de recursos alimenticios que es una auténtica barbaridad. Ahora esto queda en manos de las administraciones que son las que tienen que decidir. Nosotros paramos un viernes, al martes siguiente en mi localidad, se habrán tirado alimentos que podrían consumir al menos 210 personas. Es un dolor, pero imagínate si lo llevas a una gran ciudad. No sé cuantificar la cantidad de gente que pasa necesidad en el mundo y la cantidad de toneladas diarias de comida que se tiran, pero es vergonzoso. Esto es lo que deberíamos pensar, cambiar y entre todos, luchar por ello.

“No sé cuantificar la cantidad de gente que pasa necesidad en el mundo y la cantidad de toneladas diarias de comida que se tiran, pero es vergonzoso. Esto es lo que deberíamos pensar, cambiar y entre todos, luchar por ello”

-¿Juntos somos más fuertes?
-Con todo esto hay otra cosa con la que intento ser consecuente que es que, si muchos fuésemos como son muy pocos, esto no funcionaría. Hay gente que piensa: yo, yo y después yo. Si muchos fueran así, esto sería un desastre. Pero afortunadamente, la solidaridad que se ha mostrado es en lo que tenemos que inspirarnos.

-¿Son más las cosas que nos unen o las que nos separan?
-Los tiempos ahora son muy complicados y muy convulsos. Fíjate que nosotros ya en plena pandemia y dando cientos de comidas, mi mujer en un tuit de Rosa Díez dio un Me gusta. Ese mismo día alguien, con un pseudónimo, me contestó: “eres una auténtica basura miserable. Ojalá te arruines, jamás volveré a comer en tu restaurante”. Le quise responder, pero tenía bloqueada la opción de mandarle un mensaje. Es un momento en el que la libre expresión se ha perdido, nos hemos vuelto muy polares y eso es terrible. Tengo la suerte de que mi hija piensa y reflexiona sobre todo con total libertad y eso es muy bonito. A mí me da igual que lo haga en rojo, azul, verde o amarillo, quiero que piense. Estoy terriblemente satisfecho porque tiene 15 años y se ha pasado el confinamiento formándose, leyendo, intentando entender la política… Estamos en una generación en la que piensan los demás por uno y eso no puede ser. Es insostenible porque no nos va a llevar a ningún sitio. El libre pensamiento hoy en día está mal visto con lo cual en este sentido no sé a dónde vamos a llegar.

-¿Puedes decir que eres otra persona distinta a la que eras cuando comenzó la crisis?
-Lo que puedo decir es que soy más feliz ahora que hace mes y medio. Tengo menos dinero, pero lo que hice me hizo feliz. Cumplí 50 años un día de confinamiento y yo dije que seguramente ese fue el día mejor de mi vida porque, nunca fui de celebrar los cumpleaños y siempre eran más ostentosos, pero ese día llegué a casa, me freí dos huevos y me supieron a gloria. Estaba encantado porque 70 familias habían tenido un buen menú porque lo hice como si fuera para celebrar mi cumpleaños. Se hizo una fabada asturiana con la receta del Corral del Indiano, pollo asado al horno y de postre arroz con leche. Fue algo fantástico.

 

Algunos videos para conocerle mejor. :

https://www.youtube.com/watch?v=ORmPmNNNrf4

https://www.youtube.com/watch?v=5EsJhLOGx7s

 

https://www.youtube.com/watch?v=onuC-Zyqk1I    el queso casin y como se hace https://www.youtube.com/watch?v=Xk_JMK2-mxg


 ALGUNOS DE SUS PLATOS DEL RESTAURANTE.... 

Esta es la mantequilla casera con la que te reciben......

Ternera ecológica atunizada en remake de vitello tonnato


Patatinos rellenos con jarrete, níscalos y raíces asadas


Acelga ligada con pan de escanda y aceite, con caviar de pimientos


Tembloroso de afuega'l pitu, avellanas, pistachos y almendra 


Torto de maíz con guacamole y cebolla enchilada


Bombones de chocolate blanco y cabrales


Croqueta cremosa de iberico


Sardina, Queso del Beyos y frambuesa


Setas de primavera con jugo de cebolla morada


3 Manzanas roja, verde y asada


Fresas eco de Carao, cocinadas con nata de pueblo al jengibre y helado de vinagre de limón





RECETAS

Jugo de cordero con oricios, naranja y regaliz

INGREDIENTES

Gelatina de cordero

Huevas de oricios (erizos)

Para las mollejas crujientes:

Sal y pimienta

Harina de maíz

Aceite de girasol

Para el puré de regaliz:

100 gr. de regaliz pelado

700 gr. de nata

Coliflor

Sal y pimienta

Aromas de naranja

Jugo de oricios

Hojas y tallos de rúcula

ELABORACION

Gelatina de cordero

 Tostar los huesos del cordero en el horno, poco a poco se va desglasando la bandeja del horno con agua para que poco a poco suelte su jugo y la gelatina, y que adquiera un ligero color tostado.

Ponemos una cucharada de jugo en un molde redondo pequeño para que gelatinice.

 Huevas de oricios

 Limpiamos los oricios abriéndolos con cuidado de que suelte el jugo sobre un cazo para reservarlo. Limpiamos las huevas dejándolas limpias de impurezas.

 Puré de regaliz

 Infusionamos 100 gr. de regaliz pelado y cortado con 700 gr. de nata a fuego suave y dejándolo reposar una noche.

Cocemos la coliflor en un caldo blanco, la trituramos en la turmix poniendo a punto de sal y pimienta.

Mezclamos la infusión de regaliz con el puré de coliflor.

Mollejas crujientes

 Cortamos en pequeños trozos las mollejas y salpimentamos, las pasamos ligeramente por harina de maíz y las freímos en abundante aceite de girasol bien caliente.

 Jugo de oricios

 Poner al fuego el jugo de oricios con una clarif de huevo y pequeñas verduras, que levante poco a poco para clarificar el jugo.

 Emplatado

 Ponemos una gelatina en un plato hondo y lo atemperamos en el horno, colocamos unas gotas de regaliz y unas huevas oricios, unas mollejas crujientes y unos aromas de naranjas, acompañado de unas pequeñas hojas y tallos de rúcula.

El camarero debe servir el jugo de los oricios desde una jarrita bien caliente en la mesa. Jugo de cordero con oricios, naranja y regaliz






Mero con fragancias de lima y hierba Luisa

INGREDIENTES

1 trancha de mero limpia de espinas de 200 gr. aprox.

Jugo de mero

Virutas de nuez de macadamia

Virutas de pistacho verde

Para el jugo emulsionado de mero y fragancias:

100 gr. de aceite de oliva

200 gr. de girasol

250 gr. de espina de mero

4 gr. de hierba Luisa fresca

Ralladura de 1 lima y el zumo

5 gr. de vinagre de Jerez

¼ de guindilla

1 diente de ajo pequeño fileteado

100 gr. de agua mineral

Elaboración

Para el pescado

Envasar el pescado ligeramente salpimentado y con una proporción de jugo de mero.

Sumergir en la ronner a 65º C durante 12 minutos. 

Jugo emulsionado de mero y fragancias

Dorar ligeramente el ajo y la guindilla en aceite de oliva,y dejar reposar hasta enfriar.

Introducir todo en una bolsa de vacío y sumergir en la ronner a 65º C por espacio de 3 horas, hasta que la espina libere toda su parte gelatinosa.

Cortar la coccion en agua y hielo para pasteurizar. 

Lo sacamos de la bolsa y lo colamos.

Virutas de nuez de macadamia y pistacho verde

Con un rallador microplane rallamos en largas tiras la nuez ligeramente tostada en el horno.

Con esto conseguiremos una textura muy liviana y voluminosa. 

Proceder de igual manera con el pistacho verde, aunque este último sin tostar.

Acabado del plato

Extraer el mero de la bolsa y marcarlo en sartén antiadherente con una gota de aceite de oliva. 

El jugo resultante de la cocción en la bolsa se ligara como si se tratara de un pil pil añadiéndole unas pequeñas virutas de lima. 

En el fondo de un plato hondo debidamente atemperado, colocar una cucharada del jugo ligado y sobre ello el mero con su piel tostada hacia arriba, depositando sobre la misma las virutas de macadamaia y pistacho dando volumen.


 

 

 Acelgas ligadas con pan y aceite


https://www.rtpa.es/video:El%20gusto%20es%20mio_551320196153.html

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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