SOLOMILLO WELLINGTON (15 pax)

 SOLOMILLO WELLINGTON



Venga después de tantos días vamos a comenzar antes de la receta con un poquito de historia

La versión y la más conocida es la que hace referencia a Arthur Wellesley, quien gracias a su victoria en la batalla de Toulouse fue nombrado por el rey, Primer Duque de Wellington. Más tarde fue nombrado general jefe de los ejércitos aliados, el 18 de junio de 1815 obtuvieron la victoria en la batalla de Waterloo, en la que venció a Napoleón.
Su pasión por los viajes, así como los periodos de residencia en Portugal, España, India, Francia, Austria, Londres etc., le hizo conocedor de las buenas cocinas autóctonas. Mientras estuvo en Francia como embajador en la corte de Luis XVIII, surgió el “Filete Wellington”.
El Duque cursaba estudios en la escuela militar de Anges se le fue conociendo el gusto de la cocina francesa. En esa época se había puesto de moda en las mesas de París un plato denominado “Boeuf en croûte” hecho con un trozo de carne de buey rodeado de hojaldre.
El entusiasmo que despertó este plato en el Duque fue tanto que hizo que se lo sirvieran en varias ocasiones y desde ahí pasó a llamarse “Filet de Boeuf Wellington”, conocido hasta hoy como “Filete o Solomillo Wellington”. Arthur Wellesley pasó a la historia por vencer a Napoleón en la batalla de Waterloo y en la cocina, por ese increible plato que lleva su nombre, que se suele preparar originariamente con un relleno de champiñones mezclados con tocino y hierbas frescas picadas.
Por si esto fuera poco, el solomillo Wellington sigue sin ser reconocido en el país galo. Prueba de ello es que en las cartas de los diferentes restaurantes que los ofrecen lo conocen como filete de 'boeuf en croûte', es decir, solomillo de buey en costra. Una manera muy elegante de seguir reclamando y reivindicando la receta como propia. 
Aunque el hojaldre es una invención española, por mucho que los franceses intenten hacerla pasar por gala. Martínez Montiño menciona el hojaldre en 1611 como «cosa vieja de nuestra cocina» y el sabio Post-Thebussem, en su Guía del buen comer español, nos recuerda que La Molina, la doncella que acompañó a Francia a María Teresa de Austria cuando fue a casarse con el Rey Sol, «ya preparaba la pasta hecha hojas en Versalles».
Y ahora ya la receta………  que esta vez la hacemos de una forma diferente individual  !!!!

INGREDIENTES

8 SOLOMILLOS DE CERDO
500GR. DE HONGOS
150GR DE PARFAIT DE FOIE GRAS
1 HUEVO
1 PLASTON DE MASA DE HOJALDRE
500GR DE COLES DE BRUSELAS
500GR. DE ZANAHORIAS
300GR. DE CASTAÑAS
1 DL. DE AOVE
20 GR. DE SAL

PREELABORACIÓN

Primero cortamos el solomillo en porciones de unos 180 gr. 
Pelamos y troceamos los hongos y los lavamos.
Estiramos el plastón de hojaldre sobre un papel de horno.
Pelar y tornear las castañas, zanahorias y coles.

ELABORACIÓN

Primero sazonamos los filetes y marcamos por ambos lados en una sartén muy caliente y ligeramente engrasada, dejando las caras doradas pero el interior totalmente crudo.
En esa misma sartén salteamos los hongos, retiramos y mezclamos con el parfait de foie gras.
La masa de hojaldre la cortamos en cuadrados de unos 15 cm.
Colocamos una cucharada de la farsa de hongos y foie en cada cuadrado y encima un filete de solomillo.
tapamos con otro cuadrado de hojaldre y vamos cerrando como una empanada.
Pintamos por encima con huevo batido.
Hacemos en cada hojaldre en el medio un agujerito a modo de chimenea para que pueda salir el vapor de la cocción.
horneamos a 180º unos 12 minutos. (Así se consigue que se dore el hojaldre pero se mantenga en su punto el solomillo)

Servir acompañado de las castañas, zanahorias y coles glaseadas.( primero las hervimos en agua con sal hasta que empiecen a ablandar, escurrimos y doramos en mantequilla)





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